Merve y Beste Manistir son dos exitosos académicos que iniciaron un viaje de estudio y estilo para finalmente crear su marca MANU. En su infancia estuvieron continuamente expuestos al talento de su padre, uno de los artesanos turcos más viejos, quien creaba artículos de piel a mano en su taller de Estambul. Desde jóvenes aprendieron así la importancia del trabajo artesanal, influyendo inevitablemente su destino.