MY EARTH IS BEATING: un proyecto de documentación foto-periodística concebido por LuisaViaRoma y generado a partir de EXTREME E, el primer circuito de carreras de SUV eléctricos organizado para sensibilizar al planeta sobre la necesidad de una transición ecológica.
Coordinado y documentado por Luca Locatelli, ganador de World Press Photo en la categoría ambiental y colaborador de National Geographic, fotografiado por Gabriele Galimberti, ganador de World Press Photo en la categoría de retrato y colaborador de National Geographic, coordinado y narrado por el periodista, autor y curador Raffaele Panizza, #myEIB es un proyecto que refuerza el compromiso de LuisaViaRoma con el medio ambiente.
Acompáñanos en el viaje y sigue las carreras a través de nuestro diario fotográfico . La primera serie de fotos trata del proyecto y de las experiencias que tuvieron lugar en Senegal en junio de 2021.
Estas serán las próximas aventuras:
KANGERLUSSUAQ, Groenlandia – 28/29 de agosto de 2021
CERDEÑA, Italia – 23/24 de octubre de 2021
T.B.C. – 11/12 de diciembre de 2021
Senegal
LA RESPUESTA ESTÁ EN LOS MANGLARES: MANGROVES ARE THE ANSWER.
Uno de los modos más concretos para contrastar, con las mismas leyes de la naturaleza, los daños provocados por el cambio climático.
Después de la aventura de marzo en Arabia Saudita, entre las radicales preguntas y las innovadoras soluciones a la desertificación y la superación de los combustibles fósiles, se concluye la segunda misión entre Joal y Dakar, Senegal, de MY EARTH IS BEATING #MYEIB, el proyecto de documentación foto-periodística concebido por LuisaViaRoma y LVRSustainable, generado a partir de Extreme E, el primer circuito de carreras de SUV eléctricos organizado en algunos de los ecosistemas más amenazados del mundo.
Durante diez días hemos fotografiado y narrado la batalla del hombre en busca de regenerar la tierra entre las regiones de Sine-Saloum y Dakar. No solo hemos tocado argumentos preocupantes, sino también soluciones concretas realizadas por las Ong locales Ecozone, To.org y, sobre todo, Oceanium. «Con el millón de manglares que plantaremos este año gracias al apoyo de Extreme E, y cuyo proceso ha sido documentado por la gente de MY EARTH IS BEATING by LuisaViaRoma, las plantas reintroducidas en su hábitat milenario serán 155 millones: una de las más grandes obras de reconstrucción ambiental jamás logradas en el continente africano», explica el director científico de Oceanium Octavio Fleury, que en estos días trabaja en nuevos proyectos en la zona meridional de Casamance.
«Los manglares fueron subestimados por muchos años, mientras en cambio representan un ecosistema completo: un baluarte ecológico y antropológico capaz de absorber el CO₂ responsable del calentamiento global para capturarlo en su propia biomasa y en el suelo. También capturan los microplásticos presentes en el agua, impidiéndoles entrar en la cadena alimenticia, que culmina con el hombre. Y no por último, pueden filtrar la sal de las aguas oceánicas, protegiendo los cultivos cercanos», declara Carlos Duarte, distinguished professor en la Universidad King Abdullah de Ciencias y Tecnología y coordinador de los proyectos ecológicos activados por Extreme E.
África, reforestación, plástico, futuro… NOSOTROS, NOSOTRAS.
Esta es la segunda de una larga serie de historias de crisis y de defensa ambiental documentadas por MY EARTH IS BEATING #myEIB.
El diario fotográfico de la aventura en Senegal
El dios de las mariposas
Desde arriba, los pozos de sal de Palmarin, en el Senegal central, parecen piscinas creadas por el dios de las mariposas.
A causa de la desaparición de los manglares, que contrastan la erosión de la costa, este espectáculo natural, que proporciona trabajo a 500 familias, podría desaparecer sumergido por el mar.
Las guardianas dulces
Desde que Hélène y Fary crian abejas, más temibles que las hienas para las poblaciones locales, ya nadie va a los manglares de Joal (centro de Senegal) a cortar madera y dañar este vital ecosistema.
La apicultura está demostrando ser un recurso decisivo para la protección del medio ambiente y para la economía: gracias a la cosecha de junio venderán en el mercado del pueblo 40 kg de miel color bronce producida por las flores del manglar.
El camino trazado
Una línea es trazada en la superficie del agua, y cada dos pasos se planta a mano una semilla de manglar en el delta.
Dentro de un mes, antes de las grandes lluvias, nacerá una nueva hoja.
El 27 de mayo los voluntarios africanos de @ong_oceanium, apoyados por @extremeelive, plantaron 10 hectáreas de manglares entre los canales de Mbissel, Senegal central, como parte de uno de los proyectos de reforestación más grandes jamás realizados en el continente.
La mano humana, cuando no destruye, sabe cómo cultivar su futuro.
El asedio de Djiffer
La playa de Djiffer está completamente recubierta de plástico y redes de pesca abandonadas: los animales de corral pastan entre la basura, nutriéndose así de ella. Solo una pequeña parte ha sido traída por la marea; el resto se debe a la habitual falta de infraestructuras de recogida y reciclaje. Desde hace tan solo unos días, una camioneta se mueve continuamente entre la aldea y la ciudad de Palmarin para recoger la basura, pero su trabajo es insuficiente. Gracias a sus raíces espesas, los manglares consiguen bloquear los microplásticos que flotan en el agua, impidiéndoles así llegar a la costa y de este modo entrar en la cadena alimenticia.
Un mar de plástico
La playa de Djiffer está completamente recubierta de plástico y redes de pesca abandonadas: los animales de corral pastan entre la basura, nutriéndose así de ella. Solo una pequeña parte ha sido traída por la marea; el resto se debe a la habitual falta de infraestructuras de recogida y reciclaje. Desde hace tan solo unos días, una camioneta se mueve continuamente entre la aldea y la ciudad de Palmarin para recoger la basura, pero su trabajo es insuficiente. Gracias a sus raíces espesas, los manglares consiguen bloquear los microplásticos que flotan en el agua, impidiéndoles así llegar a la costa y de este modo entrar en la cadena alimenticia.
La batalla del mar
A causa de la deforestación de los manglares, muchos peces han perdido el hábitat que los protegía, mientras los recursos han sido despojados de forma extensiva y cada vez más precoz. En las últimas décadas, este fenómeno está reduciendo considerablemente los recursos pesqueros que son cada vez más escasos y de menor tamaño. Las 28 mil piraguas usadas para la pesca artesanal en Senegal se sirven de redes de calibre demasiado pequeño, que impiden así la liberación y el crecimiento de los ejemplares de menor tamaño. Los 156 barcos pesqueros industriales de propiedad de potencias como Francia y China utilizan enormes redes de arrastre de fondo y después vuelven a tirar al mar las especies, ya moribundas, no explotables comercialmente.
Las huellas de la supervivencia
Creada en 2001 entre los canales y las zonas salobres del delta del río Saloum, la Réserve Naturelle Communautaire de Palmarin es una biosfera de casi cien kilómetros cuadrados donde sobrevive una de las últimas colonias de hienas de Senegal. Este ejemplar, intrigado por el dron que lo sigue para sacar fotos y vídeos, se mueve constantemente entre los manglares replantados por la ONG Oceanium hace dos años. Los manglares protegen a las hienas, que se refugian ahí del calor del día y que llegan a alimentarse. Siendo que los pequeños mamíferos son cada vez más escasos, estos predadores se han adaptado, y se nutren ahora de cangrejos y hasta de los moluscos que proliferan en sus aguas.
El futuro en un puño
Eihadj Wade tiene 16 años y ha encontrado un nuevo trabajo: recolecta propágulos en los manglares. Largas como pinceles, con la base más pesada, estas “semillas” se recolectan antes de su caída natural y un saco se vende por 1000 francos senegaleses a la ONG Oceanium, que se ocupa además de replantarlas cuando es necesario. Cada saco pesa 50 kilogramos. Y cada uno contiene mil quinientas semillas. En la naturaleza, los propágulos caen de las ramas y se plantan en el suelo, con una tasa de éxito del 1%: por eso es necesaria la intervención humana para acelerar el proceso de reforestación. Otros propágulos, que caen a las aguas del canal, son arrastrados por la corriente y luego se plantan, siguiendo un dulce y perfecto mecanismo, en las madrigueras de los pequeños cangrejos violines que salpican las zonas salobres.
Con fuerza y respeto
Durante años, las recolectoras de ostras de Joal se movían entre los manglares para recoger estos preciados moluscos, pero lo hacían sin tener en cuenta el ambiente: se cortaban las ramas, se recogían las ostras sin cuidado y la leña venía utilizada para hacer carburante. Ahora, después de una concienzuda reeducación, el ecosistema se conserva y las ostras se recolectan a mano. Ndeye Farmadiakhaté tiene 27 años y lleva haciendo este trabajo desde los 7, vende su recolección a una asociación local llamada MboogaYaay que, gracias a sus ingresos, también actúa como un pequeño banco informal para prestar dinero a las mujeres del pueblo. Ostra en el idioma wólof es Yokhoos.
Créditos:
Coordinado y documentado por Luca Locatelli, ganador de World Press Photo y colaborador de National Geographic;
Fotografiado por Gabriele Galimberti, ganador de World Press Photo y colaborador de National Geographic;
Coordinado y narrado por el periodista, autor y curador Raffaele Panizza.
