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MY EARTH IS BEATING: una foto-colección para el clima por LuisaViaRoma, un proyecto documental fotoperiodístico creado por LuisaViaRoma a partir de Extreme E, el primer circuito de carreras de SUV eléctricos pensado para sensibilizar el planeta sobre temas de transición ecológica.

Coordinado y documentado por Luca Locatelli, ganador de World Press Photo en la categoría ambiental y colaborador de National Geographic, y por Gabriele Galimberti, ganador de World Press Photo en la categoría de retrato y colaborador de National Geographic, coordinado y narrado por el periodista, autor y curador Raffaele Panizza, #myEIB es un proyecto que refuerza el compromiso ambiental de LuisaViaRoma.

Sigue las historias y viaja con nosotros:

ALULA, Arabia Saudita – 3/4 de abril 2021 – Finalizado
LAC ROSE, Senegal – 29/30 de mayo 2021 – Finalizado
KANGERLUSSUAQ, Groenlandia – 28/29 de agosto 2021 – Finalizado
NORA y ORISTANO, Italia – 23/24 de octubre 2021 -Finalizado
DORSET, Gran Bretaña – 18/19 de diciembre 2021

CERDEÑA: LOS LADRILLOS NATURALES DEL MUNDO

No inventar, sino replantar. No construir, sino recoser. No tecnologías costosas y para pocos, sino naturaleza —ayudada por la mano del hombre— que se cura a sí misma utilizando su MEDICINA DE RAÍCES, HOJAS Y OXÍGENO.
Tras los reportajes sobre la desertificación en Arabia Saudita, sobre los Superhéroes del Clima en Groenlandia y tras documentar la reforestación de manglares en Senegal Central —importantes recuentos donde los humanos salvamos el planeta utilizando los ladrillos naturales del planeta— el cuarto viaje de My Earth Is Beating #myEIB toma lugar en Cerdeña, entre Nora y Oristano, para testimoniar el drama de los incendios forestales y la búsqueda de soluciones, además de documentar el compromiso de ONGs e instituciones locales, como la Fundación MedSea y el Área Marina Protegida Capo Carbonara, en la protección de un ecosistema considerado “el Amazonas del mar”: las praderas de Posidonia oceanica.

El Mediterráneo las tiene en abundancia; las islas italianas también. Pero los obstáculos son constantes y múltiples: la acidificación de los mares, el indiscriminado flujo de las embarcaciones que echan anclas y dragan el fondo marino y las cicatrices que dejan las redes de arrastre, poniendo en peligro su supervivencia. No solo el fuego en la superficie, sino también la garra submarina del abandono y la codicia económica amenazan con privar al mundo de su biodiversidad.

“Los barcos pesqueros de cincuenta toneladas violan las reglas y tiran sus redes prácticamente a la orilla”, dice Piero Congiu, pescador de Calaverde, “y así la pradera de Posidonia muere, los peces ya no encuentran refugio ni para crecer ni para poner sus huevos, y todo nuestro mundo desaparece lentamente”.

No es un alga, como piensa la mayoría, sino una planta submarina que abunda en las costas, sin superar los 40 metros de profundidad. Realiza la fotosíntesis y captura el dióxido de carbono de la atmósfera, responsable del calentamiento global. Y no solo: da flores y frutos, produce el doble de oxígeno que las plantas terrestres, captura microplásticos, estabiliza el fondo marino gracias a sus raíces y actúa como escudo y vivero de muchas especies marinas.
Además, durante las marejadas, sus hojas son arrastradas por el oleaje y cubren las playas, formando una suave alfombra que actúa como barrera, protegiendo la costa de los fenómenos erosivos.

“Las personas tienen que entender que una playa blanca, como la del imaginario caribeño, no es necesariamente una playa saludable”, dice Alessio Satta, ingeniero ambiental y presidente de la Fundación MedSea, “consideramos que una ‘playa ecológica’ es donde todo fenómeno natural se deja intacto creando su propia belleza”.

Donde se han arrancado las raíces nace el proyecto de paciente replantación submarina llevado a cabo en Capo Carbonara, Nora y la isla Mal di Ventre: a lo largo de las franjas desérticas ocasionadas por redes y anclas, buzos y biólogos cavan pequeños orificios en los que depositan con amor los esquejes de Posidonia, que con los años crearán una nueva pradera.
Las fotos de Luca Locatelli y las palabras de Raffaele Panizza, como para la reforestación del manglar senegalés, narran este trabajo de amorosa sastrería ecológica, esta estrategia planetaria de RESILIENCIA NATURAL.

Cerdeña, reforestación, oxígeno azul, carbono verde, el futuro… NOSOTROS. Esta es la cuarta de una larga serie de historias de crisis y defensa ambiental documentadas por MYEIB.

El diario fotográfico de Cerdeña

ESTE SUEÑO NO ES UN SUEÑO

LuisaViaRoma & LVRSustainable presentan #myEIB Cerdeña - LuisaViaRoma & LVRSustainable’s #myEIB: Sardinia

“No tengas miedo, tócalo delicadamente con tus dedos, deja que sus hojas otoñales te den escalofríos”.

Valeria, la última sirena de Capo Carbonara (en el sur de Cerdeña) enseña a los humanos a no temer la sombra oscura de las praderas de Posidonia oceanica, una reserva submarina de oxígeno amenazada por la pesca de arrastre, la acidificación de las aguas y las anclas de los botes.

En los últimos 50 años las praderas han disminuido en 34% en el Mar Mediterráneo y en un 25% en las costas italianas. Las iniciativas de reforestación han iniciado y permitirán a los peces encontrar otra vez refugio, y que Valeria no tenga que dejar su hogar.

LA NATURALEZA SALVA A LA NATURALEZA

UN MILENIO ESFUMADO

LuisaViaRoma & LVRSustainable presentan #myEIB Cerdeña - MILLENIA IN SMOKE

Bajo su “tienda de reanimación” al aire libre, símbolo de los incendios que han devastado el paisaje de Cerdeña y Montiferru, el olivo milenario de Cuglieri lucha por su sobrevivencia.

Solo hace tres meses, gente de todos lados venía a tocar sus ramas y adorar la aparente eternidad de su corteza. Ahora, la misma gente viene a dejar flores y notas de testaruda esperanza: “Eres un alma viviente, por favor recupérate pronto”.

“Estos incendios no son un caso aislado, sino una parte de lo que está pasando a lo largo de todo el Mediterráneo,” explica Valentina Bocciu, una investigadora en el CNR. “Las cosechas desaparecen, las áreas boscosas crecen y también crece la aridez: las llamas encuentran combustible y así, la temporada de incendios se ha alargado un mes”.

Mientras tanto, los botánicos Ignazio Camarda y Gianluigi Bacchetta han ideado una estructura para retener la humedad y tratar de salvar el árbol. “No volverá a ser como era antes, pero El Patriarca sobrevivirá.”

OXÍGENO POR OXÍGENO

LuisaViaRoma & LVRSustainable presentan #myEIB Cerdeña - OXYGEN FOR OXYGEN 3

En el fondo marino de Nora (al sur de la Cerdeña), la bióloga marina Francesca Frau de la Fundación MedSea planta esquejes de posidonia oceánica en un área donde toda vida ha sido arrancado por las anclas y las redes de arrastre.

Oxígeno para obtener oxígeno. Cada metro cuadrado de este prado producirá 20 litros de H20 cada día. Una trabajo paulatino, raíz tras raíz, para un ecosistema que no puede esperar más.

Considerada “la selva amazónica” del Mediterráneo, esta planta submarina captura CO2 de la atmósfera, regula la acidez de las aguas, brinda refugio a las especies marinas y filtra los microplásticos. Además, cuando sus hojas se depositan en la playa, las protege de la erosión.

Entre Capo Carbonara y Chia, protagonistas como @extremee y @lunarossachallenge financiarán intensos proyectos de replantación. Una obra de resiliencia natural para el futuro del planeta.

UNA SUTIL LÍNEA ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE

LuisaViaRoma & LVRSustainable presentan #myEIB Cerdeña - A THIN LINE BETWEEN LIFE AND DEATH

A lo largo del camino principal 15 que se dirige a Santu Lussurgiu (el oeste de Cerdeña), la línea que divide la vida de la muerte es borrosa. De un lado se encuentran los alcornoques carbonizados que con su conmovedora resiliencia logran aún extender nuevas ramas. Del otro, el bosque aún intacto, protegido por las hojas amarillas descoloridas por el calor de las llamas.

Estos niveles de calor, nunca antes sentidos, dieron pie a los incendios del oeste de Cerdeña el verano pasado, reduciendo a cenizas veinte mil hectáreas de bosques y olivares. 30 millones de abejas y 500 panales se vaporizaron en ese infierno, y no podrán contribuir al renacimiento del lugar.

UN VALLE DE LA MUERTE A LA ITALIANA

LuisaViaRoma & LVRSustainable presentan #myEIB Cerdeña - AN ITALIAN DEATH VALLEY

«El retiro del anticiclón de las Azores ha determinado un cambio en el viento, y ahora los incendios se nutren del aire caliente africano» explica Daniela Pani, directora de la Protección Civil italiana, «nuestros valles se encuentran de frente al sur, y gracias a esta coincidencia poco afortunada, las llamas no encuentran obstáculos». Durante los incendios que han devastado Cerdeña desde julio hasta octubre del 2021 muchos almacenes han liberado una sustancia cancerígena: asbestos, utilizado para la construcción. Las consecuencias causadas por el descuido ecológico son infinitas.

SI DIOS QUIERE

LuisaViaRoma & LVRSustainable presentan #myEIB Cerdeña - GOD WILLING

Entre los antiguos olivos, solo las blancas paredes de una pequeña iglesia en la cima del monte Cuglieri ha sobrevivido a los incendios de la región Montiferru.

En la aldea, las llamas devoraron los hogares e invadieron la plaza. Durante el mes de julio muchas familias tuvieron que ser evacuadas.

“Desde lo alto de la Basílica de Santa María en Nives es posible ver el daño catastrófico causado por este fuego apocalíptico,” dice el párroco local, Don Mario Piras. “Es una escena devastadora.”

SI LA MONTAÑA SE DERRUMBA

LuisaViaRoma & LVRSustainable presentan #myEIB Cerdeña - IF THE HILL CRUMBLES

Poco después de una curva en el camino, el bosque carbonizado de encinos de pronto se abre al subir hacia Scano Montiferro.

Caminando entre los troncos desnudos y las piedras, nuestras botas se hunden en la suave alfombra de cenizas frescas, que aún tienen que compactarse para formar una superficie sólida. “Cuando caerá la lluvia, sin las raíces que unían la tierra, existe el riesgo de que la entera colina se deslice hacia el valle,” se preocupa el técnico forestal Carlo Poddi, responsable de medir el daño causado por los incendios del verano 2021 en Cerdeña.

Sin embargo, entre la red de ramas hay algo de esperanza: la Pistacia lentiscus, un arbusto perenne mediterráneo, sobrevive, junto con arbustos de moras, plantas de aspárrago y ginestras. Incluso los nudosos alcornoques no se han rendido, al parecer.

Créditos:
Coordinado y documentado por Luca Locatelli, ganador de World Press Photo y colaborador de National Geographic.
Fotografiado por Gabriele Galimberti, ganador de World Press Photo y colaborador de National Geographic.
Coordinado y narrado por el periodista, autor y curador Raffaele Panizza,

IP-0A005246 - 2024-05-13T12:01:41.1314801+02:00